Difícil de catalogar, L'Anarchiste es una fragancia con una combinación virtuosa de notas extrañas. Casi tangible por un efecto metálico de salida, combinado con el cítrico de la naranja y el folclore de unas especias invernales, y que podría desatar un auténtico infierno, transmite con habilidad clase y maestría en el orden de sus ingredientes.
Unos valores firmes, urbanos y agradables.
Su proyección y su longevidad pueden calificarse como MEDIA. Es una fragancia de calidad y compuesta para distinguir a quién la vista sin invadir los espacios ajenos.
Si nos fijamos exclusivamente en su pirámide olfativa, L'Anarchiste podría parecer extremadamente inquietante y caótica sin embargo, en piel, todo resulta unido, coherente y cohesionado.
Es cálida y fresca. También dulce pero al mismo tiempo amarga, como morder cobre o tocar una pila con la lengua con, además, una nota de madera escondida en algún lugar entre todas esas diferentes sensaciones olfativas.
Una cosa es segura, esta fragancia tiene una personalidad muy fuerte, es moderna y... alternativa. Compulsivamente adictiva.
Como una plétora de efluvios que regresa a sus diferentes etapas, L'Anarchiste ocupa un lugar único en las fragancias masculinas de Caron.