Pino Silvestre transporta a un soleado taller en el que la madera de pino y el enebro recién cortado dejan flotando en el aire un aroma a "siempre".
- Un rápido y veloz debut de cítricos realza la imagen de la fragancia agudizando un inicio intensamente fresco y afilando sus bordes en la primera parte de la composición. Si la parte superior fuera una paseo, éste sería en un coche.
- Una vez consumidos los cítricos del inicio, pronto aparencen sus acordes más redondos; las agujas de pino junto con una sutileza floral, con el matiz mentolado propio del Geranio, aportan carácter y suavidad a la par. Los ingredientes del motivo central, todos de larga duración, se desvanecen lentamente hacia el ámbar entre ligeras diferencias de énfasis. Aquí, se trataría un paseo dominical, lento y largo que conduciría a las líneas más limpias de la fragancia y que le añaden profundidad a su sillage.
- El ámbar parece filtrarse a través de la mezcla de las especias y las flores, como una base convincente para que todas las notas se asienten sobre ella. La madera de Cedro aparece como un vecino tranquilo que no compite ni intenta eclipsar a la estrella del espectáculo: El pino.
La estructura olfativa de Pino Silvestre es bastante sencilla pues trabaja combinando muchos olores agudos (limón, pino, enebro, albahaca, lavanda, clavo y musgo de roble) y logra así moderar el impacto de cualquiera de ellos.