Una ceremonia lenta, con gestos elegantes y discretos. Un momento suspendido en el tiempo; un momento de eternidad...
El recambio Thé Blanc Pureté, es una interpretación delicada y refinada de uno de esos momentos suspendidos que puede ofrecernos la naturaleza. Un ejercicio de estilo, un momento de pura serenidad. Unas sencillas y discretas notas de salida de bergamota y grosella negra. Un corazón puro, la blancura de su té, inmaculado como un delicado ramo de lirio de los valles, rosa y jazmín. A continuación, se instala un velo de almizcle blanco, ligero y envolvente, matizado con notas de cedro.